"El fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia"
Henry Ford

martes, 24 de noviembre de 2015

Japón en los últimos 200 años



La historia japonesa ha estado condicionada por su relativo aislamiento geográfico, ya que la única extensión cercana de tierra es la península de Corea, que la conecta con el mundo Chino. Hacia el sur y el este está rodeada por océanos, mientras que hacia el noroeste se extienden únicamente las bárbaras estepas de Siberia.

A pesar del opresivo sistema de gobierno de los Tokugawa, el país gozó de más de dos siglos de paz, en un relativo aislamiento del resto del mundo. Esta reclusión fue amenazada a mediados del siglo XIX por rusos, británicos y norteamericanos, quienes, lanzados por la revolución industrial a buscar nuevos mercados, presionaron a China y Japón para entablar contactos comerciales con estos dos grandes consumidores potenciales. El gobierno fue incapaz de mantenerse firme ante dichas presiones y tuvo que firmar tratados que dejaban en desventaja a Japón. Viendo la debilidad del poder del shôgun, los poderosos señores de Satsuma, Chôshû y Tosa, buscaron alianzas en la corte imperial para derrocar a los Tokugawa y restaurar el poder perdido al emperador. La restauración Meiji (1850-1890) marca el inicio de una nueva orientación del país, que pasó del aislamiento a la total apertura de sus fronteras no sólo territoriales, sino de todos los campos del saber. Siguiendo los modelos occidentales, Japón redactó su primera Constitución en 1889, lo que abrió el camino para un gobierno parlamentario. Inició una fructífera andadura industrial y consiguió el suficiente poder militar como para enfrentarse a China en 1895, a Rusia diez años después, y en 1910 anexionar Corea.
Antes de su participación en la Primera Guerra Mundial, el Imperio de Japón luchó en dos guerras importantes después de su establecimiento durante la Restauración Meiji: La primera fue la Primera guerra sino-japonesa,entre 1894 y 1895. Esta giró en torno a la cuestión de control y la influencia sobre Corea en el marco del imperio de la Dinastía Chôson; La Guerra ruso-japonesa (8 de febrero de 1904 – 5 de septiembre de 1905) fue un conflicto surgido por las ambiciones imperialistas rivales de la Rusia Imperial y el Japón en Manchuria y Corea.
Japón entró en la Primera Guerra Mundial en 1914, aprovechando la guerra de Alemania en Europa y queriendo ampliar su esfera de influencia en China. Japón declaró la guerra a Alemania el 23 de agosto de 1914 y rápidamente ocupó territorios de Alemania.
Las tensiones entre el Japón Imperial y los Estados Unidos aumentaron; eventos tales como el Incidente del USS Panay y la Masacre de Nankin predispusieron a la opinión pública norteamericana contra el Japón.
El comienzo de la Segunda Guerra Mundial, en septiembre de 1939, dio a Japón una nueva oportunidad para extenderse por el Sudeste Asiático, después de haber alcanzado varios acuerdos diplomáticos. En septiembre de 1940 Japón estableció una alianza tripartita con Alemania e Italia, el denominado Eje Roma-Berlín-Tokio, que aseguraba ayuda mutua y total durante un periodo de diez años.En abril de 1941, Japón firmó un pacto de neutralidad con la URSS, que garantizaba la protección del norte de Dongbei.El 7 de diciembre de 1941 (domingo) sin aviso y mientras todavía se estaban celebrando negociaciones entre los diplomáticos estadounidenses y japoneses, varias oleadas de aviones japoneses bombardearon Pearl Harbor, en Hawai, la principal base naval estadounidense en el Pacífico. El 8 de diciembre, EEUU declaró la guerra a Japón.Al final, la guerra se convirtió en una lucha naval por el control de las vastas extensiones del océano Pacífico.La derrota de Japón en 1945, tras sufrir el bombardeo atómico, trajo consigo la ocupación del país por parte de los aliados, la desmilitarización, el desmantelamiento de los grandes imperios industriales de los zaibatsu, la renuncia del emperador a su divinidad, una nueva constitución, una mayor democratización, y un nuevo sistema educativo.

La nación prosperó gracias a los esfuerzos de los japoneses, que pusieron gran énfasis en la educación y la frugalidad.

La economía del Imperio de Japón comenzó con la política "Estado rico y militar fuerte". Mediante esta política, la economía de estilo europeo fue importada y adaptada al japonés. Los ferrocarriles y teléfonos en Japón se iniciaron durante el periodo imperial. Japón tomó gradualmente el control de gran parte del mercado de Asia para los productos manufacturados, a partir de los textiles .La estructura económica se hizo muy mercantilista, la importación de materias primas y exportar productos terminados.El indicador económico fue el número de la propiedad de buques de guerra. En el área rural, los molinos de seda y la minería fueron la industria principal.

Con el fin del aislamiento de Japón del resto del mundo, Japón se dio cuenta de que occidente era mucho más moderno y poderoso y las luchas internas se centraron en como establecer un nuevo gobierno. El principal objetivo de este gobierno fue la modernización y por ende la occidentalización de Japón. Las prioridades se centrarían en la industrialización. El comercio exterior durante esta época consistía en materia de importaciones en manufacturas textiles, bienes de equipo y maquinaria. Al principio se importaban textiles de algodón (producto acabado), de Gran Bretaña y de India. Así pues el esquema de comercio exterior con los países era básicamente de país en desarrollo, exportando alimentos y bienes primarios como hilo de seda al principio y tejidos de seda posteriormente, té, pescado, arroz, carbón, cobre y algunos productos artesanales como cerámica y lacas e importando manufacturas de consumo y bienes industriales.

La industria algodonera japonesa se convirtió en una de las industrias líderes mundiales durante el siglo XIX. Con ayuda del gobierno y gran iniciativa del sector privado se construyeron modernas factorías dotadas de las últimas tecnologías traídas de Europa,. De esta forma Japón rápidamente absorbió la tecnología. 
A principios del siglo XX Japón ya era uno de los mayores exportadores de tejidos de algodón, en su mayor parte a China. También destacó la industria de la seda que experimentó un enorme crecimiento en respuesta a la demanda exterior, adquiriendo rápidamente una posición dominante en el mercado internacional. Esto aumentó notablemente la renta de las zonas rurales donde mayormente se cultivaban los gusanos de seda y se hilaba la seda ,generó una nueva clase de comerciantes, localizados sobretodo en Yokohama e inicialmente tratantes de seda (estos comerciantes posteriormente se convirtieron en importantes compañías comerciales) y, provocó un cambio en los métodos de producción y organización (el trabajo manual fue sustituido por las máquinas hiladoras y de la producción rural se pasó a las factorías automatizadas). La seda se mantuvo como primera exportación del país durante casi un siglo y constituyó una fuente estable de divisas que ayudó a su industrialización.Posteriormente empezaron a crearse pequeñas y medianas empresas que se concentraron alrededor de Tokio y Osaka, creando distritos industriales, producían básicamente piezas y dispositivos. Se construyeron y pusieron en marcha infraestructuras y factorías con la asistencia de técnicos, profesores y gestores extranjeros, cuyos salarios eran muy altos para el nivel del país. La cantidad de contratos fue tan elevada que sus salarios llegaron a suponer un peso importante para el presupuesto del gobierno.
La primera guerra mundial tuvo para Japón consecuencias contradictorias. Supuso la imposibilidad de importar los productos y bienes de equipo tan necesarios par la industrialización iniciada con la restauración Meiji. Los textiles, la maquinaria y los productos químicos procedían de países europeos que actualmente estaban en guerra y por tanto eran inaccesibles. Esta misma inaccesibilidad a productos europeos provocó una enorme demanda de productos japoneses. La demanda mundial se movió desde Europa hacia Japón y el déficit comercial de la época Meiji pasó a superávit, el crecimiento real de producto interior bruto (PIB) superó el 10 por cien anual y los precios se doblaron. En 1931,la política económica dio un giro de 360 grados y el nuevo ministro de hacienda, Takahashi, acabó con la paridad oro y el tipo de cambio fijo respecto al dólar, estableciendo un tipo de cambio flotante que inmediatamente se depreció. También se expandió la oferta monetaria y disminuyo el tipo de interés. La economía japonesa empezó a recuperarse en 1932, expandiéndose hasta 1936. Japón fue el primer país, entre los grandes, en superar la Gran Depresión.
Durante la Segunda Guerra Mundial para hacer frente a la difícil situación de carestía, el gobierno otorgó subsidios y préstamos a los productores para compensarlos por las pérdidas generadas por el control de precios. Los subsidios se destinaron básicamente a la adquisición de materias intermedias como carbón, acero, cobre y fertilizantes, también en algunos casos alimentos. Los préstamos se destinaron a las industrias consideradas prioritarias, básicamente la industria del carbón. La financiación se realizó a través de la emisión de bonos por parte del ministerio de finanzas, que eran colocados al Banco de Japón, que adquiría con la emisión de dinero. La monetización del déficit fiscal generó una inflación de tres dígitos durante el periodo 1946-1949.Después de un largo y doloroso período de posguerra y reconstrucción del país, la economía japonesa empezó a ponerse a la cabeza del mundo industrializado en los años sesenta y setenta. Las Olimpiadas de 1964, celebradas en Tokyo, ayudaron a su relanzamiento internacional.

Así pues, Japón experimentó durante este periodo un crecimiento sin precedentes. Crecimiento que no estuvo exento de desequilibrios, sobretodo debido a la fuerte dependencia de las importaciones y la falta de divisas para pagarlas. Una vez el sector exterior fue lo suficientemente competitivo como para generar las divisas suficientes, Japón se encontró sin obstáculos para consolidarse como una potencia mundial.
En los últimos años, bajo la presión internacional sufrida, ha iniciado la liberalización de su mercado con intentos de equilibrar una economía basada casi exclusivamente en la exportación, haciendo más sencilla la importación de productos extranjeros. Esta política se encuadra dentro de las iniciativas que se están realizando para conseguir la verdadera internacionalización de su sociedad.

Bibliografía:

- http://historicodigital.com/historia-de-japon-en-el-siglo-xix.html

- http://www.monografias.com/trabajos16/historia-japon/historia-japon.shtml

- http://enciclopedia.us.es/index.php/Historia_de_Jap%C3%B3n

- http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/5301/1/HISTORIA_ECON_japon.pdf



jueves, 12 de noviembre de 2015

LA MALDICIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES: República Democrática del Congo

La República Democrática del Congo es un país castigado por una guerra que nunca ha acabado. Posee muchos recursos naturales y un potencial eléctrico que podría alimentar a toda África central.
Las guerras empezaron en los años 60 y, su principal causa es la explotación de las minas de coltán y oro. El coltán es un mineral muy escaso y cada vez más demandado que se utiliza en la compañía electrónica, para la fabricación de móviles, portátiles, en aeronáutica, etc. Este mineral es considerado "el mineral de la muerte" pues , hasta nuestros días, ha causado más de 4 millones de muertes e incluso la desaparición de poblaciones de gorilas. 
Este país, por tanto, cuenta con mucha riqueza, pero no monetaria, sino de recursos naturales.

Vamos a centrarnos en Kalehe, un territorio de la R.D del Congo. Se trata de un pueblo sumergido en la pobreza, con aproximadamente el 60% de los niños desnutridos,a pesar de la importante mina de casiterita que tienen. Pero la mina no beneficia ni a los mineros ni a su familia, de ahí que se llamen "minas de sangre"
El único mercado que tienen en el mineral. La juventud del sector agrícola ha sufrido las guerras y por eso, ahora, esa juventud se va a las minas a trabajar, concentrándose la mayoría de la población activa en ellas. Este fenómeno contribuye al empobrecimiento de la población.

Pero la producción minera no aporta beneficios a la población, sino más bien a los extranjeros cuyas tropas dirigen la mayor parte de las explotaciones.

Los mozos primeros aumentan el conflicto porque en algún momento han ayudado a financiar las guerras.La mayor parte de las guerras no han sido "guerras de liberación" sino más bien guerras de carácter económico por explotar minerales a menor precio.

Y entonces, ¿Por qué en una zona donde se explota oro la población vive en miseria?. Mucha gente muere en las minas. Tienen una zona muy grande para cultivar, pero el oro les ayuda a comprar armas (pues viven amenazados por sus recursos) y a mantener la agricultura.

¿Quién se beneficia? son los explotadores los que ganan más dinero. La población se contenta con los 4 dólares que ganan, pero eso no ayuda al desarrollo.

La ONU intentó ayudar a salir de esa situación de guerra pero ahora, según ellos, "sólo se limitan a ver cómo se matan". La ONU conoce las rutas por donde pasan el oro y el coltán, pero, ¿Cómo van a controlarlos si los controladores tienen que empezar a ser controlados?.

Las guerras que esto provoca tiene consecuencias desastrosas, miles de muertos, maltratos y embarazos por violaciones.

A pesar de todo, la población continúa adelante con este mercado pues, aseguran que " al mismo tiempo, la explotación mineral podría generar riqueza y felicidad".